La evaluación hace parte de cualquier proceso de enseñanza y aprendizaje sea en la Universidad o en
un curso de español, por ejemplo. Para ponerla en práctica una de las herramientas más utilizadas es el
examen, fundamental para algunos actores (profesores, estudiantes, instituciones de enseñanza, etc.) y
algo rechazado por otros. A fin de evitar el rechazo, debe ser elaborado un buen examen para ser
considerado confiable y válido. “Quién más influyó, a partir la década del 90, en la concepción de
aceptabilidad de un examen ha sido Lyle Bachman (1990,1996), al llevar el foco de la atención de la
validez y la confiabilidad al de ‘utilidad de un examen’ como base para medir el diseño y el desarrollo
de un examen y todos los aspectos que se relacionan con él”
(PRATI, S. La evaluación en español lengua extranjera: elaboración de exámenes. 2007. p. 13 - 18).
Sobre las seis características que componen la “utilidad de un examen”, relacionen la columna
de la izquierda con la derecha:
I. confiabilidad
II. validez de constructo
III. autenticidad
IV. interactividad
V. factibilidad
VI. impacto
( ) Mide lo que se pretende medir, más allá de poder interpretar
los resultados como indicadores de las habilidades o del
constructo que se quiere evaluar.
( ) Consistencia en los resultados de un examen en relación a la
medición de una habilidad o de un constructo.
( ) La influencia puede ocurrir al nivel de la sociedad, de los
sistemas educativos y de los individuos.
( ) El modo en que las características y habilidades del
estudiante se relacionan con la tarea examinada.
( ) El grado de correspondencia o de nivel entre la utilización de
la lengua meta y las características de las actividades del
examen.
( ) Relación entre los recursos (económicos, humanos,
estructurales y académicos) que se necesitan para el uso,
desarrollo y diseño del examen y la disponibilidad de los
mismos.
La secuencia correcta, de arriba para abajo, es: