Texto 2
Poema 15
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
(Pablo Neruda. Veinte poemas de amor y una canción desesperada)
Según la gramática de Matte Bon (2005/I, p. 257):
“Existe un número consistente de verbos y expresiones que se
refieren a sensaciones, reacciones físicas o emotivas, etc. que
experimenta un sujeto, en las que el sujeto que las vive / sufre (es
decir: el sujeto al que se aplican) va en una forma de pronombre
indirecto – y el verbo no concuerda con él, sino con lo que
provoca la reacción o la sensación.”
Si se toma en cuenta que el verbo gustar forma parte de esa
categoría verbal presentada por Matte Bon y si se observa su uso
en el verso “Me gustas cuando callas porque estás como
ausente”, del poema de Neruda, señale V para la afirmativa
verdadera y F para la falsa, respecto a los análisis didácticos
enumerados abajo:
( ) La formulación “Me gustas” – con el verbo conjugado en 2ª
persona de singular – es una forma popular considerada un
error respecto a la gramática culta de la lengua y no se le
debe llevar a la sala de clase.
( ) En la construcción “Me gustas cuando callas” se puede
identificar que el sujeto de la expresión emotiva del texto
está representado gramaticalmente por el pronombre
complemento indirecto de 1ª persona de singular, mientras el
verbo gustar concuerda en la 2ª persona de singular con el
elemento responsable por la sensación experimentada por el
yo lírico.
( ) El verso de Neruda es una interesante muestra de que el
verbo gustar en español puede conjugarse en cualquier
persona y número dependiendo de los elementos que ocupan
las posiciones sintácticas de sujeto y complemento, en
general distintas en comparación al portugués.
Las afirmativas son, respectivamente,